A estas alturas nadie duda de las ventajas del aislamiento térmico. Con la instalación profesional de un sistema adecuado se consigue una relevante mejora en la eficiencia energética de las edificaciones. Además, aumenta el confort interior, se eliminan las condensaciones y también se gana en aislamiento acústico.
El aislamiento térmico es una de las herramientas más eficaces de la construcción sostenible para ahorrar energía. Pero también es imprescindible para la rehabilitación energética del envejecido parque de viviendas español. Así, se calcula que hasta el 80% de los edificios de nuestro país son ineficaces energéticamente hablando.
La instalación de aislamiento térmico es esencial para la reducción de las emisiones de las edificaciones vinculadas al consumo energético. En este sentido, la Directiva 2012/27/UE señala que los edificios representan el 40% del consumo de energía final de la UE. Además, la rehabilitación energética es una fuente de empleo y una herramienta eficaz para luchar contra la pobreza energética, al reducir hasta un 30% la factura.
El mayor ahorro energético se logra aislando fachada y cubierta. Así, aislar térmicamente es clave para reducir las emisiones en las ciudades y revalorizar los inmuebles. Es más, una actuación de aislamiento térmico se amortiza en pocos años (entre 3 y 5) y no necesita mantenimiento durante la vida útil del edificio.
El ahorro de energía que se consiga con la intervención dependerá del espesor de la capa aislante (en viviendas pasivas es mucho mayor que en las estándar), las prestaciones del material y la calidad de la instalación.
Antes de decidir qué material de aislamiento es el más adecuado es necesario valorar en qué zona geográfica se encuentra la edificación (según el CTE los mínimos de aislamiento varían de un lugar a otro), así como determinar la viabilidad técnica, el tipo de actuación (aislar la envolvente, eliminar puentes térmicos, aislar paredes, techos o suelos, etc.) y el coste.
A todos estos criterios para elegir el aislamiento térmico hay que añadir las prestaciones del material. Deben observarse las siguientes:
- Baja conductividad térmica (λ). Indica cuál es la capacidad del material para transmitir calor y con qué facilidad lo conduce. Por tanto,, cuanto más bajo sea, más eficiente será a la hora de evitar la pérdida de calor.
- Alta resistencia térmica (R). Es la capacidad de un material de oponerse al flujo de calor. Cuanto más alta sea, más eficaz será el aislamiento.
- Resistencia al paso del vapor de agua. Tiene que ver con el espesor y la permeabilidad del material. Resulta clave para evitar condensaciones.
- Buen comportamiento ante el fuego. Es un factor directamente vinculado con la seguridad, que se indica con las Euroclases (de la A a la F), clasificadas en la normativa europea UNE-EN 13501-1:2007+A1:2010.
- Aislamiento acústico. Sin duda, que el material posea capacidad de absorción del ruido es un plus.
El mejor aislante térmico será el que reúna las siguientes prestaciones:
- Baja conductividad y alta resistencia térmica: para protegerte contra el frío y el calor.
- Aislamiento acústico: si posee fibras amortigua y absorbe el ruido.
- Una alta resistencia al paso del calor (R): para retrasar la entrada del calor en verano. (R entre 2 y 2,5 es un buen aislante)
- Un buen comportamiento contra el fuego, para mejorar la seguridad en tu hogar.
La elección del aislamiento más adecuado dependerá por un lado de la viabilidad técnica y económica de una u otra solución. Posteriormente y para la elección del aislamiento térmico se deberán valorar sus prestaciones térmicas atendiendo a su conductividad, espesor y factor de resistencia a la difusión del vapor.
El usuario también podrá valorar otros factores como la capacidad de aislamiento acústico, el contenido de material reciclado en el propio aislante, su capacidad para ser reciclado al final de su vida útil o su origen sintético, inorgánico o bien natural orgánico. En cualquier caso deberá de hacerlo siempre asesorado por un profesional especializado.
Tipos de materiales de aislamiento térmico
En el mercado existe una variedad muy amplia de materiales aislantes, como la espuma fenólica, el corcho, la fibra de madera, el vidrio celular, la celulosa, las espumas elastoméricas, las espumas de polietileno, el aerogel… Además, se pueden aplicar morteros aislantes y pinturas acrílicas termoaislantes para conseguir un aislamiento térmico eficaz. Sin embargo, estos son los materiales de aislamiento térmico más frecuentes:
Poliuretano
La espuma rígida de poliuretano (PU) incluye materiales de poliuretano (PUR) y de poliisocianurato (PIR). Se usa como material de aislamiento térmico y acústico, así como impermeabilizante. Es un material inerte, que se fabrica in situ a partir de la reacción de dos componentes líquidos (poliol e isocianato) a través de dos sistemas:
Poliuretano inyectado o aplicado in situ por colada. Se baten ambos elementos y se introducen en una cavidad, en donde se expande. No reduce el espacio habitable.
Poliuretano proyectado o aplicado in situ por proyección. Consiste en la pulverización de los dos componentes a la vez sobre el sustrato.
Además, se emplean productos de poliuretano para aislamiento como:
Planchas de poliuretano. Son elementos rígidos en forma de planchas que pueden estar también revestidas de otro material (lámina de aluminio, poliéster, etc).
Paneles sándwich de poliuretano. Es una plancha revestida por ambas caras de una capa metálica.
Poliuretano conformado. La espuma rígida se presenta como piezas moldeadas con distintas formas.
Entre las ventajas del aislamiento con poliuretano se encuentra que permite conformar una única capa sin juntas ni solapes, garantizando una total estanqueidad. A esto hay que añadir que aísla e impermeabiliza a la vez, se adapta a cualquier geometría y permite una instalación rápida y sin obra. Asimismo, tiene una alta resistencia y durabilidad y es 100% reciclable.
Lana mineral (MW)
Es un material compuesto de filamentos inorgánicos entrelazados para conformar un tejido. Con esta premisa se consigue un material muy ligero con muy buenas prestaciones como aislante térmico y acústico. También aporta una excelente protección contra el fuego al ser incombustible y no generar gases tóxicos al contacto con la llama.
Encontramos lana de vidrio (elaborada fundiendo arena), lana de roca (elaborada fundiendo rocas basálticas) y fibra de vidrio en varios formatos:
Planchas de lana mineral. Producto rígido o semirrígido sin o con revestimiento en una de sus caras de distintos materiales (papel kraft, lámina de aluminio, lámina asfáltica, placa de yeso laminado, etc.).
Manta de lana mineral. En forma de rollos, es un producto flexible que puede contar también con revestimiento de papel kraft o de velo mineral en una de sus caras.
Borra de lana mineral. Es un producto suelto, que se insufla por ejemplo en una cámara de aire o bien se sopla para que se deposite sobre una superficie horizontal, como un suelo.
Paneles sándwich de lana mineral. La plancha de lana mineral se reviste por ambas caras con una lámina rígida (metálica o de madera).
Los productos autoportantes como las planchas y paneles son muy empleados para la rehabilitación de fachadas con aislamiento por el interior, para sistemas de fachadas ventiladas, además de para revestir cubiertas por el interior.
Así, la instalación de aislamiento de lana mineral no exige andamiaje ni tiempos de espera para el secado de materiales, por lo que no se compromete la habilidad durante el proceso. Con la actuación se pueden solucionar los defectos de los muros, eliminar puentes térmicos (en la aplicación por el exterior) y reducir el ruido aéreo y de impactos.
Placas de yeso laminado (PYL)
El yeso es un material sostenible, infinitamente reciclable, incombustible y sin sustancia tóxica alguna, es resistente a la humedad y al moho, evita las condensaciones y reduce el ruido de impacto y el aéreo.
Las placas de yeso laminado están compuestas de un núcleo de yeso unido a dos láminas de celulosa por ambas caras, conformando de este modo placas rectangulares listas para instalar en tabiques, techos, trasdosados, suelos… Son sistemas ligeros y manejables, que eliminan fácilmente puentes térmicos, con resistencia a los golpes, una clasificación A1 frente al fuego y una instalación rápida y sencilla.
Las placas de yeso laminado se suelen combinar con la lana mineral para lograr un óptimo aislamiento térmico. Además, se emplean en actuaciones en fachadas por el interior (trasdosado directo, que es rápido de montar, o bien autoportante) y por el exterior (trasdosado autoportante). Se usan también como solución para aislar cubiertas con un sistema de techo suspendido con placa de yeso laminado, así como para forjados.
Poliestireno expandido (EPS)
Es un material plástico espumado, rígido, que se fabrica a partir de gránulos de poliestireno expandible o de uno de sus copolímeros. Se moldea muy fácilmente y es muy versátil, lo que permite obtener productos de poliestireno expandido para el aislamiento térmico como los siguientes:
Planchas de poliestireno expandido. Son elementos rígidos rectangulares, con un espesor único o variable.
Perlas de poliestireno a granel. Se usan para, mezcladas con un aglomerante, inyectarlas a través de unos orificios practicados en la fachada en cámaras de aire, como relleno.
Productos compuestos. A la plancha de poliestireno se le suma una plancha de otro material, por ejemplo, de yeso laminado. Son muy empleados en SATE (según ANAPE, cerca del 85% de los sistemas SATE utilizan EPS como aislamiento térmico).
El poliestireno expandido tiene ofrece una gran resistencia térmica y conductividad térmica, es un material ligero, resistente al agua y a los golpes, fácil de manejar y de instalar. Tiene un gran desempeño como aislante térmico para cubiertas, suelos y fachadas. Además, ayuda a resolver puentes térmicos y suma en el aislamiento acústico.
Se incluye poliestireno expandido en soluciones de aislamiento por el exterior (SATE), por el interior y en cubiertas bajo teja.
Poliestireno extruido (XPS)
Es una espuma termoplástica, rígida, de estructura celular cerrada, que se obtiene a partir del poliestireno o alguno de sus copolímeros a través de procesos de extrusión y expansión. Destaca por su excelente resistencia mecánica y altas prestaciones como aislante térmico y protección frente a la humedad.
Es un material versátil que se presenta en estos formatos:
Planchas de poliestireno extruido. Es un producto rígido, de espesor uniforme y forma rectangular normalmente, con bordes de distintas formas.
Productos compuestos. Es la unión de una plancha de XPS con otra de un material como madera o yeso laminado.
Resulta un gran aliado frente a la humedad, puesto que apenas absorbe agua y no necesita barrera de vapor. Además tiene una gran resistencia mecánica, una elevada durabilidad y se puede reciclar en un alto porcentaje. Se usa en el aislamiento de la envolvente, con un gran desempeño en el aislamiento de cubiertas planas e inclinadas, en fachadas por el exterior (SATE) y el interior, así como en suelos.